Crítico de arte
Madrid 2007
Arias Morales,
pareciera decirnos, si quieres ver el mundo en un grano de arena y el cielo en
una flor silvestre, observa esta obra y deja que tu imaginación te lleve a
abarcar el infinito en la palma de tu mano y la eternidad en un instante, justo
cuando entre en éxtasis tu mirada, justo cuando abducida por el paisaje cósmico
tu imaginación, en pleno vuelo entre luces y sombras que se abrazan, trate de
desvelar el misterio plástico que sus geometrías encierran.
Seducidas por la abstracción, las líneas en su pintura,
son haces de color centellante, que se entretejen y subsisten como panales de
abejas, que juegan con la geometría en su impacto con la luz, elemento esencial
que desborda los efectos puramente ópticos para generar una experiencia
visuasoria, de formas sugeridas que subsisten creando laberintos que se cruzan,
que se aíslan para integrarse en medio de un inmenso océano de color, donde el
pintor permite que coexistan todas las posibilidades cromáticas, colores que
parecieran salir de la oscuridad.
Una lectura atenta de la semántica de esta obra, nos permite observar un lenguaje plástico dentro de la abstracción, una propuesta personal, que contiene informaciones y percepciones místicas del campo estético; crea una lingüística con identidad, donde la imaginación se deja llevar más allá de la formalidad, a un contexto de interpretación de la perspectiva, generando fenómenos visuales como nexo físico-psíquico entre el universo del pintor y el observador.
La abstracción en Orlando Arias, (pionero e inventor de
la robótica) es otra forma que tiene de expresar, lo que muchas veces sólo se
puede expresar con la imaginación, para ello se sirve del color y utiliza los
caprichos de la geometría sugerida, la misma que encuentra refugio en la luz
para que se manifieste, con señales de universos metafísicos en la nada que van
más allá de lo meramente real.
¿Qué es lo que el pintor nos brinda para la contemplación?. ¿Qué es lo que quiere expresar?. Pertenece a lo más íntimo de su pensamiento, a lo más íntimo de su universo, pero lo podemos intuir en el gesto y en el color, en lo que nos dice la obra; tiene algo lírico, tiene mucho de misterio, un poco de fantasía, rasgos de laberinto, una poesía bañada en color.
Enhorabuena al pintor por estas mágníficas obras
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